TODO ES QUÍMICA.

Incluida la belleza "limpia".

Los productos químicos no son nada nuevo. Los átomos forman enlaces, creando moléculas que componen la materia, que constituye todo lo que nos rodea, mucho antes de que los humanos crearan la Química como ciencia.. Puede decirse que la naturaleza fue el primer científico químico, y que la química es el lenguaje con el que los seres humanos expresan lo que han descubierto sobre el funcionamiento del mundo que los rodea, hasta el nivel atómico.

En el lenguaje de la química, un producto químico es cualquier sustancia que tiene una composición definida. Lo expresamos mediante la tabla periódica, el alfabeto propio de la química, que utilizamos para construir fórmulas químicas. Por ejemplo, al combinar un átomo de oxígeno (O) con dos átomos de hidrógeno (H), obtenemos H₂O, la fórmula química del agua. En este contexto, el agua es un producto químico. Aunque eliminemos el lenguaje de la química, el agua sigue siendo agua: conserva su estructura molecular y cumple la misma función que ha tenido desde siempre.

Los seres humanos también estamos hechos completamente de productos químicos, al igual que todo lo que nos rodea, desde lo que podemos ver hasta aquello que escapa a nuestra vista. Desde los alimentos que podemos saborear hasta las flores que podemos oler, los sólidos que podemos tocar y los gases que no podemos ver ni percibir directamente. Todo está hecho de productos químicos. Entonces, ¿por qué el hecho de definir una sustancia por su composición química hace que, a veces, se la perciba como "impura" en comparación con su nombre común? ¿Qué hace que el vinagre y el bicarbonato de sodio sean productos comunes de despensa, mientras que el ácido acético y el bicarbonato sódico se perciban como sustancias peligrosas? Al igual que algunos de nosotros tenemos miedo a la oscuridad, la mayoría de nosotros tememos a lo desconocido.

En DECIEM, creemos que al poner en primer plano las pruebas experimentales, repetibles y respaldadas por la ciencia, estamos dejando atrás parte de esta oscuridad. Lo desconocido se reemplaza por información fiable, para que tus miedos no puedan ser usados como herramienta de marketing. Y aunque entendemos que hay mucho por descubrir, evitamos conscientemente seleccionar información para promover una agenda, eligiendo en cambio confiar en los muchos científicos que hacen un esfuerzo monumental para evaluar un cuerpo completo de evidencia relacionada con la seguridad de los productos que conoces y amas.

Al interpretar estas pruebas, tanto durante como después de la creación de nuestros productos, seguimos un principio fundamental de la toxicología: la dosis determina si algo es venenoso. Entendemos que, aunque todo lo que nos rodea puede ser peligroso, son las circunstancias en las que entramos en contacto con ese peligro las que determinan realmente el riesgo. Este enfoque basado en el riesgo, junto con sólidas regulaciones en todo el mundo, es lo que siempre nos ha permitido a nosotros, y a prácticamente todas las marcas de belleza actuales, garantizar tu seguridad. La ciencia se ha esforzado mucho para ganarse tu confianza y, de ahora en adelante, nos comprometemos a mostrarte exactamente cómo.

Creemos que la belleza de la ciencia es su naturaleza inquisitiva: nunca deja de cuestionar. Y en DECIEM, cuestionamos la seguridad de nuestros ingredientes con la misma energía que aplicamos a investigar su eficacia. En ambos casos, recurrimos a nuestros colegas científicos en busca de pruebas, sin conformarnos nunca con una sola fuente, ni cediendo ante la presión de afirmaciones inexactas propagadas por el alarmismo.

DECIEM se fundó sobre los principios de autenticidad y transparencia, y la definición poco clara de «belleza limpia» contradice directamente estos valores al fomentar que el marketing prevalezca sobre una ciencia muy clara. A medida que todos avanzamos hacia un futuro más transparente, es importante que sigamos cuestionándonos las formas en que la industria de la belleza se comunica con nosotros.

Para agradecerte la confianza en nuestras formas disruptivas, el equipo científico de DECIEM ha estado trabajando en un proyecto apasionante que aportará claridad sobre la seguridad de los ingredientes y productos desde una sólida perspectiva científica que incluye tanto los principios de la toxicología como los fundamentos de la normativa vigente. En los próximos meses, compartiremos este trabajo a través de una serie de recursos que te ayudarán a entender mejor la química del mundo que te rodea. Nos encantaría que te unieras a nosotros en este viaje (y prometemos mantenerlo limpio ;-))

Siempre en apoyo la ciencia,
DECIEM

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